marzo llegó con lluvia y una fiesta alocada en un campo de pilar. con una mañana fría y un viaje en el 141: yo, mi peor cara, y la gente que sí hace algo de su vida los domingos. y el cambio de mes, también trajo otros, a saber: puedo decir oficialmente que recuperé amistades (casi) perdidas y vuelvo a estar sola: mucha meditación, depresión y llanto, pero lo mejor era cada uno por su lado. es triste, pero es así. de todos modos, y como dicen, el tiempo dirá (nunca se sabe con certeza qué puede pasar). también, poco a poco, veo con mayor claridad mis problemas (en relación a traumas de la infancia y demás) y soy más consciente de mí misma, por decirlo de alguna manera. por otro lado, comencé un nueva etapa de reconciliación y crecimiento espiritual: faltan sólo cuatro clases para que termine mi curso de reflexología y pienso cursar algún seminario de reiki en estos días.