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Mostrando entradas de febrero, 2013

friends will be friends (o de cómo no sé disimular nada)

situación: reunión nocturna, él y yo en el balcón, sentados uno junto al otro, de la mano. el resto dentro. un amigo en común me manda un mensaje. recibo: dale un beso. envío: tu amigo no quiere que yo le de un beso. creo que estás viendo cosas donde no las hay. eso es a lo que yo llamo mente vs. realidad. recibo: pero vos sí querés darle un beso picarona.

El invierno en Lisboa

- Me he librado del chantaje de la felicidad -dijo Biralbo tras un breve silencio, mirando a la camarera, que nos daba la espalda. Desde que empezamos a beber en la barra del Metropolitano yo había estado esperando que nombrara a Lucrecia. Supe que ahora, sin decir su nombre, estaba hablándome de ella.  Continuó: - De la felicidad y de la perfección. Son supersticiones católicas. Le vienen a uno del catecismo y de las canciones de la radio.  Dije que no lo entendía: lo vi mirarme y sonreír en el largo espejo del otro lado de la barra, entre las filas de relucientes botellas que atenuaba el humo, la somnolencia del alcohol.  - Sí me entiendes. Seguro que te has despertado una mañana y te has dado cuenta de que ya no necesitabas la felicidad ni el amor para estar razonablemente vivo. Es un alivio, es tan fácil como alargar la mano y desconectar la radio.  - Supongo que uno se resigna -me alarmé, ya no seguí bebiendo. Temía que si continuaba iba a empezar a hablarle de mi vida a B

remember

  It won't hurt to find love in the wrong place I've been hurt before, but all the scars have rearranged It won't hurt to choose the path that we all walk along

a chicken with its head cut off

Lately , me pasa con frecuencia lo de extrañarte, o lo de sentir/creer que te extraño, que quizás para el caso sea lo mismo. O no. No lo sé, ese es mi mayor problema: no saber qué siento, qué quiero. No tener certezas respecto de mí misma. Supongo que a todos nos pasa, en mayor o menor medida. El otro día soñé con vos. Soñé que me dabas un beso a escondidas de todo el resto, aunque ahora que lo pienso bien creo que quizás fui yo la que te dio un beso en el sueño y vos lo recibiste, es decir, aceptaste mi beso y me lo devolviste. La semana pasada fuimos al cine juntos, como tantas otras veces, y más de una vez me dieron ganas de abrazarte o de tomarte de la mano, pero no lo hice. Ante todo me da miedo estar imaginando cualquier cosa all over again . Porque lo que más duele es enamorarse sola. Crear un mundo que nunca estuvo ahí. Te sentís muy muy solitaria. Y también un poco loca. O al menos eso me pasa mí: de tan tonta que me siento paso al otro extremo, y entonces construyo un no t

Luisa se estrella contra su casa

Y de un momento a otro pasa que te morís, Luisa. Y no sabés cómo seguir. Un día das un paso. Otro día otro paso. Y estás caminando.   Salís a mirar vidrieras.   De noche. Te ves en el reflejo. En las vidrieras. Y no sabés cómo seguir.   Cómo seguir caminando.   O al lado de quién. Y yo no sé si estoy bien o estoy mal.   Si tengo frío o calor.   Lo que sé es que estoy muerto. Y que estoy caminando.   Estoy alrededor tuyo, Luisa. Todo el tiempo. Todo el tiempo. Todo el tiempo. Estoy muerto. Perdoname. Por mirar el horizonte. Me distraje, no sé. Un cielo hermoso, Luisa. Lo tendrías que ver. Ariel Farace