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Mostrando entradas de mayo, 2008

Wait!

They don’t love you like I love you

De(s) amor

No, no digas nada, ya lo sé, lo supe desde siempre, ya no estabas con él pero vi que lo mirabas con esa sonrisa que tus labios rosados no me dedicaron jamás, y aunque entonces preferí creer que era una simple ilusión óptica, también sabía que debía actuar como vos, que si siquiera te temblaban los labios las noches en que salías para ver a alguien que jamás habrá sabido apreciar tus sonrisas ni las caricias de tus manos delicadas, pero eso nunca lo entendiste, nunca quisiste entenderlo, y yo tampoco terminé de entenderte, y si no te lo dije antes no fue por miedo a lo que pudiera pasar entre nosotros, sino porque nunca me gustó estar solo, y entonces por qué precipitar el devenir de un destino que, tarde o temprano, nos alcanza a todos, así que al fin dejé a tu criterio la elección del momento, de este momento, en un moderno restaurant de Puerto Madero, en esta noche cálida de enero, en que vos, como siempre, estás hermosa, vestida de blanco, como el día de nuestro casamiento, y con el

Week-end.

El viernes es, sin duda, el día más esperado de la semana: desde la primer hora del lunes, pensás lo que vas a hacer apenas termine la clase de economía y salgas por fin del tan abrumador Colegio. Y el día de hoy, después de una semana de exámenes, notas malaonda y entregas de tps, no fue excepción. A los cinco minutos de entregar mi muy-poco-seria evaluación sobre PBI y bienes de consumo y de capital, etc, etc, estaba afuera tan necesitada de aire fresco como siempre al terminar la semana. Busqué mi cuentito y luego directo donde pzk. El grupo es lindo pero antes había más hombres y debo admitir que, no sé por qué, me gustaba más. En fin, leyó el comienzo de la historia que tituló "Las posibles vidas de Bastián" y me retó - nunca puede pasar una clase sin retarme- por querer adjetivar raro como J.C., igual todo bien. Pero, por suerte y al fin después de tanto tiempo, le gustó el tono del relato. Cuando terminó la clase, brindamos con champagne Navarro Correas por el fi

zen

El dolor de cuello que experimento es insoportable , según mi tío, que es médico, necesito yoga (o algo que me calme espiritualmente) con urgencia. Adoro cómo mezcla la medicina con sus creencias esotéricas, además es muy probable que tenga razón.

Malena.

Malena cierra la puerta de la cocina, enciende el televisor y pone el volumen bien fuerte para Joaquín, que mira divertido un dibujito sobre un chico que pierde a sus padres en la guerra y tiene que ir a vivir a un orfanato donde la directora lo maltrata hasta que él se encuentra con Flor, un hada que vive en la corteza del árbol más antiguo del jardín, y desde entonces es ella quien lo protege y ayuda a combatir a la malvada Helga, quien ahora resbala por las escaleras del orfanato y cae sobre un montón de chinches, lo que hace reír a Joaquín y Malena se contagia de su risa aunque, como siempre le dice su mamá, ahora que ya cumplió once está grande para divertirse con cosas de chicos. Y por eso también tuvo que darle sus muñecas a Catalina, su prima de cinco años, todas salvo Lili, que fue el último regalo que su abuela le hizo antes del accidente que los mató a ella y a su abuelo. Antes del accidente su mamá y su papá no discutían, iban a la estancia en el campo todos los fines de