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Mostrando entradas de diciembre, 2014
Se parece a bucear, no tengas miedo. Al fondo de las olas transparentes hallarás más descanso que dolores. Vibrarás en la nota de las aguas y, como el diapasón de tu minuto, podrás enumerar cada concepto. Verás lo que no has hecho y sí deseaste y eso perturbará la travesía. Verás cuanto ofreciste o te ofrecieron y todo volverá a dormir despacio como el mar que te invade y se retira, como el mar que se mueve y nunca pasa. Andrés Neuman

V. Terror

- Por momentos siento que me querés conservar desde el terror. - ¿Qué significa eso? - Eso. Como si me maltrataras para que no pueda irme. - No entiendo. - Claro, si me quisieras libre te daría miedo que me fuera, entonces me infundás miedos para que no pueda hacer otra cosa que quedarme, porque soy débil.  Y tengo miedo. Pero eso no es amar. - Todavía no entiendo lo que decís pero ya sé que no me gusta. - Casi todo el tiempo me devolvés una imagen tan mala de mí misma que a mí no me queda otra opción que querer revertirla, demostrarte que en realidad soy mejor que eso que estás viendo, y de ese modo me retenés. Esa falta de algo, ese constante estar en falta, hace que me quede, pero en estado de pánico. Y además, la otra triquiñuela es que, al estar ocupada en querer satisfacerte, cosa que nunca, claro, voy a conseguir, porque de eso se trata, no puedo darme cuenta de qué es lo que deseo yo, a quién. O qué. A eso me refiero con que me retenés por medio del terror. Porque