Creo que la navegación sobre un texto afecta porque ya no se lee completo, sino que se lo sobrevuela con cierta ansiedad, para terminar rápido. Nadie baja a las profundidades de ciertos libros porque ahí, a veces, hay un silencio atroz y no hay oxígeno. Pero justo ahí, donde está el peligro, a veces está la salvación. Fabián Casas