esa noche llegó la creciente y trajo muebles viejos, mugre de los canales vecinos botellas víboras se va a llevar todo, dijo mi madre y me imaginé los huesitos de enzo flotando en la corriente, al lado de los canteros de verdura me imaginé su ropa última roída por las polillas y la fiebre sus uñas crecidas las hebritas de pelo rubio entre los alambres del portón entonces me apuré a encender el sol de noche en la cocina a tapar la puerta con las bolsas de arena esperando que la muerte no pasara que siguiera el curso del agua hacia el naciente donde las tierras son bajas y crece el aleppo y la enredadera azul Elena Annibali