No sé cuándo ni dónde volveremos a vernos (Bahía Blanca, Buenos Aires, en familia, en pareja o solas) y me pregunto cómo será la nueva foto de vacaciones del portarretratos de este año. Valeria capturada por la malvada bruja de Beba en su primorosa casita de dulces y chocolates. Yo, al mirar un teléfono que nunca llama. Marisa y su escape de enamoramiento feliz hacia Monte Hermoso. Los pobres bañeros derrotados y solos. Cualquiera podría ser. Pero lo que queda es, a través del vidrio, los saludos sonrientes de Marisa y Valeria que corren enormes niñas traviesas junto al colectivo que pronto termina por adelantarse para mostrar un encuadre vacío, una foto corrida, la borrosa carrera de las chicas que quedan atrás, despeinadas por el viento, una foto de lejos y, de fondo, el cielo nublado. Sonia Budassi