Descubrimos el corazón sólo si desarmamos lo que sabe el corazón. Al redefinir la mañana, descubrimos una mañana que llega apenas después de la oscuridad. Se puede demoler un matrimonio para llegar al matrimonio. Al insistir en el amor, lo arruinamos, trascendemos el afecto y nos hundimos hasta la altura de la boca en el amor. Tenemos que desaprender las constelaciones para ver las estrellas. Pero volver a la infancia no sirve de nada. El pueblo no es mejor que Pittsburgh. Sólo Pittsburgh es más que Pittsburgh. Roma es mejor que Roma de la misma manera en que el ruido de las lenguas de los mapaches que lamen por dentro el tacho de basura es más que el revuelo que arman al revolver en la basura. El amor no alcanza. Morimos y nos entierran para siempre. Tenemos que insistir mientras aún quede tiempo. Tenemos que comernos la dulzura de ese cuerpo salvaje que ya está en nuestra cama para llegar al cuerpo adentro de ese cuerpo. Jack Gilbert Trad. Ezequiel Zaidenwerg