Levantar el tubo del teléfono para llamar a ese número que antes los dedos marcaban de memoria, casi sin darse cuenta y tener que hacer un esfuerzo mental para recordarlo. Entonces entendés que esa persona que significó tanto en un momento, perdió toda relevancia.
Como todo en esta vida, fue bueno mientras duró.
Como todo en esta vida, fue bueno mientras duró.
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