Es triste volver en el tiempo, recién ahora me doy cuenta, a veces a uno le dan ganas de retroceder unos cuantos días/meses/años o incluso algunas pocas horas para revivir situaciones o reparar nuestros errores, pero la verdad es que no está para nada bueno. Lo que pasó, pasó como diría Daddy Yankee, y no por nada tantas películas nos advierten sobre las consecuencias que puede tener alterar el orden temporal. En estos momentos me siento devuelta en cuarto año, cuando era muy heavy y le arruinaba la vida a mi madre (sic) con las sustancias ilegales que, por ese entonces, consumía.
El día de ayer fue especialmente un rewind a momentos que yo creía eran parte del pasado, pero oh no, la verdad es que no importa que hayas cambiado, que pienses distinto, que te hayas dado cuenta de lo mal que estabas y que ahora estés bien (a saber: que tengas un novio que trabaja y además cocina, que tengas buenas notas en el colegio, que estés más saludable por así decirlo), no, no, nada de eso es relevante. Y una vez más, como en los viejos -y tan distantes de ser buenos- tiempos, vuelven las peleas con tu madre, en las que casi te agarrás de los pelos, como si nuevamente hubieses hecho algo malo y aunque esta vez no tiene razón, de todos modos, terminás exiliada en lo de tus tíos, así, ah sí, cual criminal, porque la verdad es que te lo merecés, a ver si ahora tenés un poco de límites. Otra que culebrón mexicano, no?, llantos a moco tendido con gritos y calumnias de fondo, y por supuesto, el show no estaría completo sin alguna de esas frases fatalistas que responden al formato de no+verbo conjugado+nunca más (ej: "no quiero verte nunca más") -porque todo tiene que ser bien trágico y exagerado, claro.
Y yo, para colmo de males, con tres exámenes por delante.
Linda manera de empezar la semana.
Y yo, para colmo de males, con tres exámenes por delante.
Linda manera de empezar la semana.
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