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Conciencia.

Yo despierto, es temprano y al mismo tiempo es tarde, como todos los días, tarde y temprano a la vez, si no existieran los relojes nadie sabría si es tarde o temprano, ¿y para qué, entonces, existen los horarios, por qué a veces es tarde y a veces temprano?, yo no soy eso, no quiero ser eso, no quiero reglas ni leyes ni decretos, no quiero sus decretos, mientras vivas en esta casa, bajo este techo, vas a tener que respetar mis reglas, sus leyes, porque ellos lo dicen, porque dependo de, sí, creciste pero no tanto, en la foto de la billetera de mamá todavía tenés cinco años, cinco minutos más en la cama, bajo las cuatro frazadas, y llego tarde otra vez, cuando yo era chico, no, no soy como vos, soy otra, distinta, quizás nos parecemos, sí, podríamos parecernos, pero no somos una, la misma, sino dos, diferentes, el color de ojos, los gestos, la sonrisa, son sólo detalles, yo no soy como vos, vos que vas a ser, ¿y vos qué vas a ser?, abogada como tu abuelo y tu madre, vos que vas a estudiar en el Colegio igual que tu padre, vos que vas, vos que, bosque, vos en el bosque, lejos de la ciudad, de los edificios, los horarios y sus decretos, en el bosque no hay reglas, sólo vos, la naturaleza, el silencio, no más ruidos gritos voces, ya no, y no vas a depender de, como ella ese día, sentada sobre las piedras junto al arroyo miraba el agua fluir como el tiempo, que pasa y no vuelve, el río siempre cambia y es otro pero también es el mismo y no tiene reglas, va por donde quiere, ¿y ella?, ella por momentos habrá sido río y por otros no, habrá sido horarios, habrá respetado los decretos, pero yo no soy como vos, soy distinta, soy otra.

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