La semana pasada fui tres veces a terapia, y aún así no logro calmar mi ansiedad ni mi tristeza. Hoy dije cosas que no debería haber dicho, y no quiero ni pensar en la tormenta que se avecina. Aparte no estudié nada, me va a ir horrible y no sé qué voy a hacer después. Hundirme en un pozo de angustia, seguro -as usual. Quisiera ser más organizada, más equilibrada, con todo. Tengo ganas de dormir hasta fin de año.
Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
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