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May be my treasure or the price I have to pay

Ok, en tres días te vas y sé que en el aeropuerto voy a llorar como una perra. Volví de la fiesta sorpresa (que, con tanto cariño y dedicación, organicé en complot con tu familia) y no puedo dormir, entonces hago catarsis en el blog (porque terapia recién es el martes y no tengo nadie con quien hablar -so depressing). Ok, no voy a verte con suerte en seis meses y no voy a poder llamarte tan seguido, no va a haber encuentros para tomar el té, no va a haber obras de teatro juntos, no va a haber películas, no more. Aclaremos los tantos: te amo pero igual sos un hijo de puta. Cómo vas a bailar "She" lento conmigo y decirme que esa va a ser nuestra canción si después no pasa nada? Hay cosas que no se hacen (todo tiene un límite). Y ya sé que estás cagado hasta las patas (sí, yo también), pero come on, let's get it on. No sé, ya no sé qué hacer (nunca sé qué hacer), pero ahora menos, y cada vez que te veo me paralizo y no puedo decir lo que quiero decirte. Y no, no es la distancia, todo esto no es porque te vas (en parte sí, pero no del todo), te extraño hace meses, y te juro cada día que pasa ruego que no te enamores de nadie más que de mí, y con cada mail nuevo que llegaba me daba pánico (pánico) pensar que podía contener esa frase fatal: tengo novia (y no sos vos), la amo. Qué horror! Todas mis pesadillas condensadas en tan pocas palabras, y ahora te hacés el pelotudo o qué. Decime porque no lo soporto. El otro día salimos de la obra y me dijiste que todo trataba de lo mismo: las apariencias (yo soy la mejor amiga que aparenta no querer nada más). Y vos? Basta. No quiero pensar más. No quiero escuchar más esta puta canción de Notting Hill (I'm just a girl, standing in front of a boy, asking him to love her y todas esas pelotudeces que en la realidad no pasan).Y yo sé que depende de mí, les juro que lo sé, pero.

Comentarios

Lola ha dicho que…
Ahg,gg,gg,gg. No quiero ser el típico comentario pero... "te entiendo". El que solía ser mi mejor amigo caminaba conmigo de la mano por la calle. Eso sí, yo hice algo similar a confesarle mi amor, y no sólo huyó sino que no hablamos nunca más. Voilá.
Confieso que he llorado, se llamarán mis memorias. Posta, nunca la pasé peor. Ahora me siento como una pequeña anciana, la anciana más joven del mundo, y miro a lo lejos y digo: eso estuvo bien. Estuvo bien. Yo sé que conscientemente no fue su propósito hacerme bien, pero a la larga, no sé si hubiese estado bueno. Estaba enamorada, aunque yo no lo quisiera ver y me negara completamente, de alguien que no sólo no sentía lo mismo sino que su única solución a cualquier problema era abrazarme un poco más fuerte. Eso sí, cuando se iba, cada minuto que no lo veía, su ausencia era total. Y yo no lo podía evitar. Tenés que ser feliz. Feliz con todas las letras. Y eso implica también pasarla un poquito mal: amar no es felicidad completa, amar es traspasar fronteras, kilómetros, prejuicios, celos, enojos.
Yo no sé cómo será este muchachito, pero como dije una vez en mi blog, lo importante, vuelve. Y si vuelve, es tuyo.
Por otra parte, podés hablar conmigo cuando quieras jaja, si querés te doy mi mail, igual está en mi Facebook. Te mandé un regalo vía FB, ¿lo viste?
Un beso, y suerte con esto.

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Estanque

Cada cosa viva o muerta que el mundo rechaza se reúne: las raíces de los árboles secos que siguen profundamente agarradas a un suelo que ya no las retiene, el moho que al crecer parasita el tallo de la planta joven, el perro moribundo tirado al costado de la ruta, las ramas más jóvenes del ceibo que el temporal derriba, la serpiente de coral emboscada por la fiera, que se repliega sobre sí y permanece quieta como si fuera su propia cáscara vacía en el monte espeso. Para quienes fueron dañados, todo lo que llega después del daño es una gracia. Alguna vez vadearon la vida como si fuera un estanque lleno de alimañas, peligroso en la superficie y en el fondo, hecho para el lucimiento de los intactos y los fuertes. Los que no tienen nada que perder entienden la serenidad con que la materia cesa de resistirse al fin a ser vencida. No hay debilidad ni cobardía en ese dejarse ir que aún en medio del dolor crea puntadas de consuelo: quien fue lastimado una y otra vez sabe

¿Que tiene que tener un poema para que te guste?

Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.