Mañana empiezo a cursar filosofía (materia que por cierto no me agrada demasiado) a las 7 AM (sí, por ahora nada de despertarse a las dos de la tarde un miércoles o sábado...), y no tengo ganas. Debo reconocer que me da un poco de miedo enfrentarme al cbc, pero bueno, es hora de hacerme mujer (?). Hoy fue la primera clase de semiología pero falté porque me sentía mal. Mis horarios son bastante molestos, pero los perdono porque vivo cerca de la facultad, nada más. Mi fin de semana fue prácticamente una mierda, aunque las películas me levantaron un poco el ánimo y estuvieron bien (aunque como dice F. hasta mi amor platónico está muerto). En todo caso, para qué detallar tanto la depresión, a todos nos pasa en algún momento, ya saben cómo es. Por mi parte, estoy tratando de combatirla y resurgir de la apatía. En un post del otro blog de la loca de mierda, ella dice (y yo la cito) que nada es peor que la tristeza y odiarse por ella o desde ella, y tiene mucha razón.
Hacía mucho tiempo que no escuchaba tanto Doris, es increíble como a veces el modo aleatorio del mp4 parece conocer nuestro estado de ánimo y seleccionar las canciones necesarias para ese momento. No sé, la vida tiene cosas inexplicables. Y yo ya tengo sueño. Creo que no tengo nada más para decir por hoy (ja, es que tuve terapia). Ah, sí, ayer vi El secreto de sus ojos y me encantó, vayan a verla.
Comentarios
La loca de mierda me caía bien, la fui a ver al stand-up y todo pero ahora ya no la quiero, aunque su blog solitario es sublime.
Ay, la tristeza, la tristeza. Siempre presente, más o menos visible, pero ahí, rasguñás un poquito y aparece. Depende de uno buscarla, también, porque aunque es propia, a veces está bueno apartarla. Manejarla.
El secreto de sus ojos es lo más, hice una especie de crítica primitiva de la peli en mi blog, jaja. Anteayer fui a ver "Las viudas..." y me pareció horrible, anti-recomendable.
Querida C., en estos días fríos y depresivos para ti, activá la lista de reproducción de música alegre. Un must es "No te dejes desanimar" de 'La máquina de hacer pájaros' Escuchala y después me contás.
Un beso.