Lo que más me molesta de la época navideña (aparte de todas las publicidades en rojo, verde y dorado, y de la felicidad obligatoria de las reuniones familiares) es que mi madre se vuelve INSOPORTABLE. Hasta el día de hoy no termino de entender qué la altera tanto, pero cada Nochebuena es terrible. Yo les juro que si mi casa fuera un reality show o una comedia de stand up, nos llenaríamos de plata, posta. En este mismo momento, se está quejando de la ubicación de la mesa, de que no encuentra el pan, de que no quiere a nadie vestido de negro (?), de la ubicación del árbol, del desorden que impera en nuestro hogar todo el año pero ahora todo-tiene-que-estar-impecable, bla bla bla. Lo que se dice a pain in the ass.
Esta canción me da unas ganas de llorar increíbles, hace tres días más o menos que la escucho sin parar y me emociona mucho cada vez. Pienso en mi vida que no va para ningún lado, o así lo siento. En que el otro día fui a cenar con unos conocidos -going-on- amigos y que hablando con uno de ellos me dijo que qué hacía perdiendo el tiempo en la carrera de mierda que curso. Pero no me enojé, porque es imposible enojarse con él, y porque yo también pienso un poco eso. No sé si es una carrera de mierda, pero tal vez para mí sí lo es, que no me veo vendiéndole a la gente cosas que (a mi entender) no necesita, que no es eso lo que quiero para mi vida, el verso ese del postgrado el master el doctorado el postdoctorado el postpostpostdoctorado y en fin. Que me angustio y no me dan ganas de nada. Que tengo todos los horarios corridos y duermo hasta las dos de la tarde casi todos los días. Que pienso que ahí, allá, afuera, no hay nada para mí. Que es todo un poco lo mismo, quedarse o salir. ...
Comentarios