Lo que más me molesta de la época navideña (aparte de todas las publicidades en rojo, verde y dorado, y de la felicidad obligatoria de las reuniones familiares) es que mi madre se vuelve INSOPORTABLE. Hasta el día de hoy no termino de entender qué la altera tanto, pero cada Nochebuena es terrible. Yo les juro que si mi casa fuera un reality show o una comedia de stand up, nos llenaríamos de plata, posta. En este mismo momento, se está quejando de la ubicación de la mesa, de que no encuentra el pan, de que no quiere a nadie vestido de negro (?), de la ubicación del árbol, del desorden que impera en nuestro hogar todo el año pero ahora todo-tiene-que-estar-impecable, bla bla bla. Lo que se dice a pain in the ass.
te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte. quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...
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