Ir al contenido principal

Playground love

El miedo que nos suspende por completo viene de adentro. Son los días que pasan y no vuelven. La incertidumbre de no saber dónde estás, hola, sí, a vos te hablo, te miré todo el día y vos no me ves. Otra vez la duda y todos esos pensamientos que siempre piensan en volver. Nadie tiene todo. Perdón, nadie sabe cuando lo tiene todo, y un día, así, sin más, las cosas se pierden: primero las lapiceras, las cartas, las personas, luego la paciencia, el amor, la esperanza. No quiero morir sola, para vieja está la casa. Estoy enferma de la humedad del placard, de la naftalina en el cajón, de las goteras en mi cuarto y la incomodidad del sillón. Estoy enferma de esta tristeza que me alcanza cada vez que estoy con vos, y vos? No digas nada que no quieras decir. No me mires a los ojos con piedad, no es la mirada que busco inspirar. Yo hace años que te miro y no me notás. Menos mal que no dependo de vos ni de nadie, mejor no depositar en tus hombros porque se corrompen con facilidad. Aprendí a no esperar las llamadas que nunca llegan, pero, a veces, igual.

Comentarios

Damian! ha dicho que…
Creo que el drama es esperar... la espera desespera.
Un saludo
Sabados que hacen llorar ha dicho que…
hay cosas peores que
estar solo
pero a menudo toma décadas
darse cuenta de ello
y más a menudo
cuando esto ocurre
es demasiado tarde
y no hay nada peor
que
un demasiado tarde


Bukowski
David Garzón F ha dicho que…
"Otra vez la duda y todos esos pensamientos que siempre piensan en volver" ..!!

Mientras no sea monótono, todo bien. Siempre es bueno variar las tristezas, las dudas, las relaciones y las soledades.... y de miedos...
Es bueno también mirar con piedad, y de vez en cuando, no esperar.

Entradas populares de este blog

¿Que tiene que tener un poema para que te guste?

Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.

clueless

te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte.       quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...

Isósceles

El aroma a fritura que contagia mi habitación, la cerveza que compartimos, tu pelo rapado. En eso pienso ahora que me duele un poco la cabeza y seguro es por las doce horas que dormí después de una semana de dormir cinco horas todos los días. Soñé con el francés de ojos celestes que me decía que la mayor parte de los días se quería, se gustaba mucho, pero justo ese día no, soñé con mi amigo que está enamorado de él, soñé que el francés le decía que cómo podía pensar que él era gay. Me acordé de Les amours imaginaires y el triángulo amoroso. Una situación que se repite, las conductas que hacen que nos demos la cabeza contra la pared una y otra vez. Pensé en esta confusión que me agarra cuando recostados sobre el sillón me tomás del brazo y me decís que me voy a aburrir de vos si nos vemos tan seguido. En verte después de tu clase y regalarte un libro y despedirte con un abrazo. En mi psicóloga que dice que entro en las situaciones y después me voy. En las ganas que tengo a veces de dej...