Son todos iguales. Será verdad? No, no son todos iguales, sólo los últimos dos o tres maybe. Más vale tarde que nunca, dicen (mejor darme cuenta ahora). Antes era todo más fácil, eso sí es verdad, pero cuando lo vivís no te das cuenta. Tal vez ahora también sea sencillo y sólo vemos complicado. Me gustan cosas simples: una sonrisa, un abrazo, las sorpresas. Creo que debería eliminar algunas costumbres de mi vida. Me gustaba cuando las cosas eran más claras, o al menos parecían. Cuando tener amigos o novio era una pregunta con respuesta definida. Cuando mirarlo a los ojos daba vergüenza y escribíamos cartitas. Yo tenía uno que me regalaba dibujos y a veces paseábamos de la mano en el recreo. Igual no me creas mucho, hay cosas que no recuerdo. Tomo tres tazas de té al día, uso la taza que me regalaste, hace que te sienta más cerca, elegiste bien. Qué decirte? Pasaron muchas cosas pero no pasó nada. A veces fui más feliz, otras un poco menos. Se cayeron las hojas de los árboles y el suelo se volvió naranja, el viento trajo nubes, que a su vez trajeron lluvia y después tormenta, despejó y al fin el cielo se calmó un poco. Ahora el horizonte parece un poco más soleado. Conocí gente, bueno, conocer es una manera de decir, sumé rostros al registro mental y les asigné nombre y apellido, algunos me contaron de ellos, otros quisieron saber de mí, en algunos casos sucedieron ambas cosas al mismo tiempo. Hubo regalo y demanda. Hubo ruido y silencio. Me sentí lejos, invisible, olvidada, perdida, desenfocada. Me llené de fantasías y encontré hueco y vacío, busqué respuestas pero quedé con más dudas. Algunos días me vieron madura, centrada, segura. Todas (todas) ilusiones ópticas. Me enojé conmigo misma y con el mundo. Me volví a equivocar. Medité. Tengo un grupo con el que me junto a ver videos los domingos. Igual te extraño. Nada es como antes. A veces me río, a veces te lloro, otros días también nos sueño un poco. Ya te dije: soy tan adolescente con algunas cosas. En el fondo quiero crecer pero vivo asustada. Me aburrí de quejarme pero nada me calma. Por momentos me siento tan estúpida, después todo pasa, lo bueno y lo malo. A veces también creo que las historias se repiten (que siempre alguien se va). Entonces me propongo ser fuerte, y pienso en el significado de mi nombre y lo débil que me siento, lo lejos que puede quedar todo (lo relativo de las distancias y el tiempo), lo distorsionado de la visión y los pensamientos, lo vugar de mis palabras para describir sentimientos, el miedo (puro miedo), el dolor en el pecho, la angustia que sube por la garganta, y así es como la idiotez toma el cerebro. Todas las propuestas y las promesas, y las desilusionesconsecuencia (guardarcallar, clasificar). La diferencia entre curiosidad y asombro, entre creer y vivenciar, entre los conceptos y experimentar. La mirada de los otros, el juicio, la tradición, el Dereho, el abuso, la traición. Las cosas que no queremos saber ni escuchar. La cobardía, la impulsividad. Las verdadesmentiras y los residuos de tanta novelita. La necesidad de definir para entender, cuando aún lo definido no es certeza de nada, sólo una interpretación y las interpretaciones siempre cambian. El límite entre sueño y realidad (realidad soñada o sueño real). Una sola imaginación (compartida, consentida). Entonces qué: la libertad (qué más da). Nada de esto importa, nada de esto tiene sentido (sólo son intentos ordinarios de acercarse a lo divino). Toda la energía que usamos en el habla, todas las palabras de más, todas las conversaciones sin destino (la gente siempre tiene algo que decir). La comunicación que no comunica, que incomunica, que no-nada. Mamá siempre dice que la vida ya se ocupa de separarnos como para que uno sume más distancias. Somos afortunados (muy), y es hora de tomar conciencia, después de todo (as you said), la vida es un milagro, el resto es comentario.
Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
Comentarios
En cuanto a Castañeda, coincidimos...
gracias por la onda.