A veces, como hoy, soy capaz de sentir todo, todo todo, cualquier gestopalabra puede dispararme para cualquier lado y hacerme sentir mal. Otros días, no, no siento nada, me vuelvo hielorocaimpenetrable, un puercoespín, vos a mí no me lastimás. Pero adentro (lo sé), adentro algo de ruido hace. Nunca todo es tan así. Lo que duele no sos vos ni es esto, es todo lo que vino y todo lo que quedó, es así, hay algo del sufrimiento que no sucede en el aquí y ahora, es la historia, la memoria, y su cuota de olvido y ficción. A mí también me dolió y recién ahora lo veo, es decir, sentí la pérdida pero pensé que a mí eso no me dolía, que era mi decisión, y que tenemos que hacernos cargo, no se puede sufrir por algo que se decidió, o sí, pero hay que bancársela. Descubrí que no, que no funciona de esa manera, que uno puede tomar una decisión, creersentir que es para mejor, y que, aún así, lastime. Elegir es descartar, y eso es una pérdida, las pérdidas causan dolor, incluso cuando tener eso también generaba sufrimiento. Pienso en las cosas que me lastimaban y decidí abandonar, y por más que fueran malas, en algún punto las quería, había algo de eso que me atraía y me retenía ahí. Supongo que es extraño cómo funciona, pero para mí es así. Hoy me crucé con un chico triste, yo entiendo los motivos de su tristeza, lo comprendo, pero aún así creo que no es para tanto, no por desmerecerlo, sino porque él se culpa de algo que ya pasó, algo que para mí (y para muchos) no fue tan grave y ya no tiene sentido. Pero nunca es importante el sentido que los demás le otorgan a las cosas, siempre se mide el dolor desde uno mismo, él siente que defraudó a los demás pero, sobre todo y ante todo, a sí mismo. Y quizás no haya sentimiento peor que ese, decepcionarse uno, descubrirnos débiles, malvados, torpes, en fin. Le dije que primero tenía que perdonarse, que dentro de un tiempo, por más largo que fuera el proceso, todo esto iba a pasar, que nada iba a parecer tan grave como es (o parece) ahora, que seguramente sea un punto de inflexión en su vida, hoy y siempre, pero que el recuerdo no va a ser el mismo, porque la mirada va a ser desde otro lugar. Le di un abrazo, lo vi irse y desde adentro le deseé lo mejor. Hoy, al volver a casa, me encontré con algo que quise creer era un mensaje para mí, seguro que no, pero a mí me sirve pensarlo de esa manera. Quizás algún día te olvides de mí, y lo más probable es que me convierta en una anécdota, un dato curioso (una nota de color, ja), y está bien. Ahora todavía algo duele, pero con el tiempo, esto también va a pasar, y tal vez nos crucemos sin poder reconocernos de lo distintos que vamos a estar. Hay algo de todo eso que me fascina, y al mismo tiempo me aterra. Pero pienso que la vida es así, que los desencuentros tienen tanto de mágico como los encuentros y los caminos que se hacen al andar.
Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
Comentarios
Un abrazo!
Me gustó mucho, un saludo grande Carolain.
Te mando un mail, seguro no te llego, ja. Linda, siempre tus comentarios me roban una sonrisa, gracias y beso
A todo esto, creo que nunca pregunté tu nombre. Como te llamas?
Un saludo! nos leemos por ahí.
Hey, gracias! si, me titulo en unos meses más, que extraño es estar saliendo de la universidad y no saber que diablos hacer después, es que siento el mundo tan grande ahora...se me abre de a poco.
Nuevamente un gusto, Carolina.
Nos leemos :D
Bueno, te mando un beso y gracias por estar siempre