Que detrás de mi máscara impasible, no te digo nada pero pienso pienso pienso, pienso todo el tiempo, pienso a veces sobre mi propio pensamiento, y entonces ya todo se vuelve insoportable y miro películas o leo libros para pensar en otra cosa que no sea en mí, mis tormentos. Mi estupidez, mi incapacidad para decir(te) lo que quiero simple y directo. Si me conocieras (cosa que, debo reconocer, en cierto modo, cuando estuviste dispuesto a hacerlo, yo no te permití) sabrías que yo elijo con cuidado mis palabras, sobre todo en casos como este; estarías al tanto de que, por regla general, mi discurso no es azaroso, que suelo regular lo que digo como mido-analizo lo que dice el resto, y que a la hora de hablarte elegí una combinación capaz de generar una duda razonable sobre el sentido de mis palabras. Si hubieras prestado atención, te hubieses dado cuenta: modo indicativo, primera persona del plural, tiempo presente. "Salimos el viernes?". Eso fue. Algo lo suficientemente neutral ...