Desde la oscuridad de mi cuarto, de polera negra y con mi culotte de leopardo en tonos celestes/violáceos -la única prenda de animal print a la que (ac)cedí-, escucho música de películas norteamericanas independientes, después de ver entera la temporada de Girls en una sola noche, mirar Tiny Furniture dos días después, asustarme de lo mucho que me identifico con el universo retratado por Lena Dunham, salir el sábado a la noche, maquillarme algo borracha pero que así y todo resultara bien, llegar a una fiesta de corte cinematográfico, tener que decirle a mi amigo-anfitrión que ninguno de mis acompañantes quería permanecer ahí, terminar en Acá Bar, y tomar asquerosa cerveza Quilmes Cristal, jugar al Dígalo con lápiz y adivinar la última palabra antes de que nos echaran -literalmente- del lugar: necesidad. Right, seriously, life's so ironic . Si hiciera la lista de mis necesidades creo que sería interminable. O no, en realidad mis necesidades no son tantas, son más bien pocas, una p...