También en ese "misterioso taller de Dios", como respetuosamente llamara Goethe a la Historia, gran parte de lo que ocurre es indiferente y trivial. También aquí, como en todos los ámbitos del arte y de la vida, los momentos sublimes, inolvidables, son raros. La mayoría de las veces, en su calidad de cronista se limita a hilvanar, indolente y tenaz, punto por punto, un hecho tras otro en esa inmensa cadena que se extiende a lo largo de miles de años, pues toda crisis necesita un período de preparación y todo auténtico acontecimiento, un desarrollo. Los millones de hombres que conforman un pueblo son necesarios para que nazca un sólo genio. Igualmente han de transcurrir millones de horas inútiles antes de que se produzca un momento estelar de la humanidad.
Stefan Zweig
Comentarios
Y se podría decir que no hay horas inútiles. (Porque lo inútil jamás podría engendrar un momento estelar).
Ya te habrás dado cuenta de lo caradura que soy, por atreverme a complementar los pensamientos de Zweig... Ja!