Odas místicas de Din Rumi
Nuestra muerte es nuestra boda con la eternidad.
¿Cuál es el secreto?
Dios es uno.
El sol se parte cuando entra por las ventanas de las casas.
Esta multiplicidad existe en el racimo de uvas.
No está en el jugo hecho a partir de las uvas.
Para el que vive bajo la luz de Dios
la muerte del alma carnal es una bendición.
Al mirarlo no hay mal ni bien
porque ha ido más allá de lo bueno y lo malo.
Fija los ojos en Dios y no hables de lo que es invisible
para que otra vez él pueda mirarte a los ojos.
Es la luz eterna, que es la luz de Dios.
La luz efímera es el atributo del cuerpo y de la carne.
Oh Dios, que das la gracia de la visión,
el pájaro de la visión vuela hacia ti con las alas del deseo.
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