No sabemos nada de ese ir, que
No comparte con nosotros. No tenemos ninguna razón
Para mostrar admiración y amor u odio
A la muerte, maravillosamente deformada.
Por una boca de máscara trágica.
Aún está lleno el mundo de papeles que en escena ponemos
Mientras nos preocupe, si agradamos,
Actúa también la muerte, aunque no agrade.
Pero cuando partías, irrumpió en este escenario
un haz de verdad a través de aquella grieta,
Por la que te ibas; verde de verdadero verde
Verdadera luz solar, bosque de verdad.
Nosotros seguimos actuando. Lo aprendido con sangre y sudor
declamando y gestos, de vez en cuando
suprimiendo; pero tu ser, alejado de nosotros,
apartado de nuestra obra, puede
a veces sobrevenirnos, como la conciencia
Desprendiéndose de aquella realidad.
De modo que por un rato somos arrojados
A actuar la vida, no buscando aprobación
No comparte con nosotros. No tenemos ninguna razón
Para mostrar admiración y amor u odio
A la muerte, maravillosamente deformada.
Por una boca de máscara trágica.
Aún está lleno el mundo de papeles que en escena ponemos
Mientras nos preocupe, si agradamos,
Actúa también la muerte, aunque no agrade.
Pero cuando partías, irrumpió en este escenario
un haz de verdad a través de aquella grieta,
Por la que te ibas; verde de verdadero verde
Verdadera luz solar, bosque de verdad.
Nosotros seguimos actuando. Lo aprendido con sangre y sudor
declamando y gestos, de vez en cuando
suprimiendo; pero tu ser, alejado de nosotros,
apartado de nuestra obra, puede
a veces sobrevenirnos, como la conciencia
Desprendiéndose de aquella realidad.
De modo que por un rato somos arrojados
A actuar la vida, no buscando aprobación
Experiencia de la muerte
Rainer Maria Rilke
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