La apertura del invierno
inaugura la temporada
de los abandonos.
Como si algún organismo
interno, se rehusara a recurrir
a los recursos gratuitos
de la supervivencia humana.
Todas las luces
de los edificios se terminan
junto con tu cigarrillo.
Apago el televisor,
me pregunto cómo se habrán escuchado
las cosas que te dije
desde donde te encontrabas.
Prendo uno para que algo,
en el espacio de la ciudad
que crece entre nosotros,
permanezca encendido.
Daiana Henderson
Comentarios