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alguna vez

1

¿alguna vez escuchaste
esos movimientos microscópicos
que se originan en el aire
y quedan ardiendo en la casa?
¿alguna vez entre sueños
escuchaste el crujir
de los objetos?
parece que se quejaran
pero yo creo que se valen
de la intimidad de la noche
para aliviar su peso
y entregarse.


2

¿alguna vez oliste en tu piel
otras épocas otros temblores?
cuando me pasa pienso
que todo lo que vivimos
se hunde en la carne
a la espera de regresar
algún día
como un destello como una
vez primera.


3

¿alguna vez te sentiste
como en una película?
alguien te está mirando muy fuerte
y alguna conclusión
–terrible o preciosa– 
te espera
cuando dejen de escucharse los pájaros
y se encienda
como una luz blanquísima
el silencio.



Natalia Leiderman

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Estanque

Cada cosa viva o muerta que el mundo rechaza se reúne: las raíces de los árboles secos que siguen profundamente agarradas a un suelo que ya no las retiene, el moho que al crecer parasita el tallo de la planta joven, el perro moribundo tirado al costado de la ruta, las ramas más jóvenes del ceibo que el temporal derriba, la serpiente de coral emboscada por la fiera, que se repliega sobre sí y permanece quieta como si fuera su propia cáscara vacía en el monte espeso. Para quienes fueron dañados, todo lo que llega después del daño es una gracia. Alguna vez vadearon la vida como si fuera un estanque lleno de alimañas, peligroso en la superficie y en el fondo, hecho para el lucimiento de los intactos y los fuertes. Los que no tienen nada que perder entienden la serenidad con que la materia cesa de resistirse al fin a ser vencida. No hay debilidad ni cobardía en ese dejarse ir que aún en medio del dolor crea puntadas de consuelo: quien fue lastimado una y otra vez sabe
"...la poesía no es una búsqueda consciente de consuelo, que el poeta no hace lo que hace para obtener un bálsamo, para curarse de algo. La razón es otra: no puede no hacer lo que hace. Habría que preguntarse si es necesario o no consolarse de vivir y de morir. La poesía es hacer frente a lo real, reconocerlo, convertirlo en palabras. Ese proceso es siempre una aproximación y en cierto modo es siempre un fracaso, porque siempre se podría ir más allá. Yo no sé si consuela o no. Lo que sí creo es que si hay algo parecido a la salvación, tampoco sé de qué, la poesía se parece a la salvación. Por supuesto, no es un hospital, ni un salón de baile, ni una caricia, ni la facilidad, ni la comodidad, pero es algo que cuando se experimenta incondicionalmente no se puede reemplazar. Y al mismo tiempo, por encima de todas las relativizaciones, es algo que hace sentir que la vida no es un hecho vano ni gratuito, sino que de algún modo, por esta vía y quizá por otras, admite algo parecido a una