Ir al contenido principal
III
nunca llegamos a tiempo nunca entendemos
la precisión de aquello que nos lleva
la velocidad del polvo que nos trajo
el agua que se pierde en otro fuego
no podemos nivelar el pensamiento
con la acera que todos caminamos
vemos el reflejo apenas que nos roza
con alguna duda con algún espanto
hebra sutil que nos completa
en ese rincón donde vivimos
escondidos
V
no sueño escribo sobre velos tartamudeo
con los amigos cruzo lluvias y plagas
reconstruyo asperezas puedo decir que no
y morder lo que resta de luz necesito otra puerta
para escapar para volver la duda queda
un paso atrás y algunos hacen silencio pero
no puedo preguntar pierdo mi turno y ahogo
ruido en una prosa ajena hay que salir
digo hay que salir para no esperar
XIII
atrapado en este incidente espacial miro al cielo
con desconfianza no sé si las cosas van hacia adelante
o hacia atrás no sé si todo se repite si el asombro es
un pequeño horizonte de suceso si hay que darle
sentido a esta vaguedad si estás despierta si
la pregunta es siempre la misma si esta
sensación necesita ser justificada ni si soy el único
que a esta hora intenta no quedarse quieto

Daniel Amiano
de "Poesía y Poetizar", 2010

Comentarios

Entradas populares de este blog

Estanque

Cada cosa viva o muerta que el mundo rechaza se reúne: las raíces de los árboles secos que siguen profundamente agarradas a un suelo que ya no las retiene, el moho que al crecer parasita el tallo de la planta joven, el perro moribundo tirado al costado de la ruta, las ramas más jóvenes del ceibo que el temporal derriba, la serpiente de coral emboscada por la fiera, que se repliega sobre sí y permanece quieta como si fuera su propia cáscara vacía en el monte espeso. Para quienes fueron dañados, todo lo que llega después del daño es una gracia. Alguna vez vadearon la vida como si fuera un estanque lleno de alimañas, peligroso en la superficie y en el fondo, hecho para el lucimiento de los intactos y los fuertes. Los que no tienen nada que perder entienden la serenidad con que la materia cesa de resistirse al fin a ser vencida. No hay debilidad ni cobardía en ese dejarse ir que aún en medio del dolor crea puntadas de consuelo: quien fue lastimado una y otra vez sabe

¿Que tiene que tener un poema para que te guste?

Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.