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Mostrando entradas de mayo, 2020
Todes nos haremos traficantes de armas. Todes terminaremos nuestros días con una pierna menos, con la fiebre alta del fastidio, del desamor. Alguna vez creí en la poesía. Era pura ilusión como cuando Cristo fue tentado: "todo eso podrás tener, todo lo que desees”. L’artista en la arista escarpada, puño cerrado, arenga: “El pueblo tiene el poder”. El poder de cambiar cosas. Yo creí en eso. Creo en eso. Yo era ese creer. Ahora no veo nada en claro salvo el total vacío. ¿Miento? Digo la verdad. ¿Verdad? Miento. Mato ese lado iluso. Intento el crimen perfecto y no me sale. He estado mucho tiempo aquí, y ahora no quiero morir. Alguna vez quise. Dos veces en particular lo quise. Yo soy eso otro que se te escapa, cada fucking día. Yo soy lo que te apela y contradice. Yo soy lo otro, lo inabarcable. Lo indecible. Soy en mi lo que soy en vos que sos eso que no podés ni siquiera nombrar. También soy la mentira, el fuego, el deseo, los elementos esparcidos por todos lad...
1- Es la siesta. Tengo, sobre mi corazón, el libro de Ishiguro  Never let me go . En la penumbra de la pieza, flota la mariposa gris que de noche roe la ropa y hace el mismo ruido que los muertos hacen cuando escarban los muros. La veo golpearse contra el vidrio; su cuerpo es un solo ojo hacia donde ella cree está la salvación. Y entonces digo Señor, no me des la esperanza, la fe. Señor, no permitas que me queme en la luz aparente de los faroles a gas. He aprendido a caminar en la sombra, a encontrar mi ropa, allí, el vaso de agua. He aprendido a no tropezar con los muebles. No me hagas pensar ahora, Señor, en el fuego. 2- el aire, de noche, es una lástima, no alcanza para todos alguien debe postergar su sueño, alguien debe levantarse y, en el medio de la noche, tocar la dorada serpiente del corazón ella va a despertar entornará los soles de sus ojos dará su pan, su veneno la flor del cuerpo abrirá, entonces, como una mañana pero no será la mañana: será s...