Te siento lejos, o quizás yo me siento lejos. Lo peor es que fue algo evolutivo, y no sé en qué momento empezó. ¿Cuándo te perdí? ¿Cuándo se descosió la costura que nos unía? Ahora sólo veo cómo los hilos se desvanecen, y no encuentro manera de remendar la situación. Ya no somos ángulos complementarios sino opuestos. Antes te miraba y más allá de todos los cortes de pelo, de la vestimenta, de los accesorios te veía a vos; pero ahora debo confesar que por momentos te siento ajena. No encuentro en tu mirada a la chica que conocí hace más de ocho años. Quizá yo también cambié y sin darnos cuenta, tomamos rumbos que, por desgracia, nos alejaron demasiado. Desearía descubrir un puente que nos reencuentre una vez más, porque nada sería más doloroso que no tenerte.
Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
Comentarios
Tienes aqui un buen trabajo de Literatura. Muy sentimental, pero muy hermoso.
Gracias por hacerlo.
Respirar es vital y los opuestos son aun más complementario.
Ni todo ni nada, tan sólo gris.