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Para aquella hermosa como la noche

Te siento lejos, o quizás yo me siento lejos. Lo peor es que fue algo evolutivo, y no sé en qué momento empezó. ¿Cuándo te perdí? ¿Cuándo se descosió la costura que nos unía? Ahora sólo veo cómo los hilos se desvanecen, y no encuentro manera de remendar la situación. Ya no somos ángulos complementarios sino opuestos. Antes te miraba y más allá de todos los cortes de pelo, de la vestimenta, de los accesorios te veía a vos; pero ahora debo confesar que por momentos te siento ajena. No encuentro en tu mirada a la chica que conocí hace más de ocho años. Quizá yo también cambié y sin darnos cuenta, tomamos rumbos que, por desgracia, nos alejaron demasiado. Desearía descubrir un puente que nos reencuentre una vez más, porque nada sería más doloroso que no tenerte.

Comentarios

david santos ha dicho que…
Hola, Caro.
Tienes aqui un buen trabajo de Literatura. Muy sentimental, pero muy hermoso.
Gracias por hacerlo.
Anónimo ha dicho que…
No es la manera.
Respirar es vital y los opuestos son aun más complementario.
Ni todo ni nada, tan sólo gris.

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