El abuelo hablaba de su familia, de cómo habían llegado, de su abuela Bahía -me encantó el nombre- que la habían casado cuando tenía apenas 14 años, del Sur, de la 18 de noviembre, de su infancia y yo comenzaba a rodar la película en mi cabeza. Me veía en ese campo de tierras áridas, una vida al mejor estilo La familia Ingalls, monto caballos y socorro a ovejas en pleno parto. Cocino como Francis Mallmann, feliz con mi vida de campo, disfruto de ese mundo sencillo, con sus paisajes simples y solitarios. Fuera de las grandes ciudades y de todo el stress que conllevan. Aunque, claro, es sólo una idea.
te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte. quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...
Comentarios
te invito a pasarte por el mio, cuando andes con tiempo
saludos