Esto de la intimidad es todo un tema, porque básicamente, siendo una pendeja menor-de-edad que todavía asiste al secundario y vive con sus padres, se complica. Entonces, los temas que deberían ser privados se convierten en vox populi de toda la family y tenés que soportar insinuaciones de que sos una fácil por haber permitido que G. pernoctara en tu casa durante la ausencia de tus padres (que se largaron todo el finde porque tenían un casamiento en Necochea, bla, bla). Y yo me pregunto: ¿quién carajo pensás que sos para juzgarme? - o más bien, no puedo creer que me conozcas de toda mi vida y me digas eso. Y ahora que G. está enfermo y te dice si querés ir a visitarlo un rato a la tarde tenés que decirle que no y meter alguna excusa barata porque oh por Dios, de lo contrario, qué va a pensar de vos!. Parece mentira que (por fin) una vez que las cosas empiezan a salir bien, todos tengan que dar su opinión y socavar tu felicidad (por más cursi-tonto que suene), ¿qué onda?. Por mí, se pueden curtir, de ahora en más lo que pase o no con G. se queda exclusivamente entre los dos.
toda la semana luchando por levantarme temprano y finalmente el domingo (otrora día predilecto de la fiaca y el descanso) me levanto sin despertador a las 07:30 am. no voy a luchar con este signo de la adultez, lo acepto como las primeras líneas de expresión que comienzan a marcar un surco en mi frente (aún me resisto al botox aunque me hice amiga del retinol). hay algo muy bello en el silencio de las mañanas de domingo, en el sol tibio de mayo y la suavidad de esta brisa otoñal. dentro de poco, se cumplirá un año desde que me despedí de Silvestre. todavía no sé si me acostumbro a su ausencia, y a veces pienso que no lo pienso lo suficiente (nigún duelo es lineal). ¿me recordarán aunque no esté muerta? ¿y cuando ya no esté de verdad? ayer inició el ciclo de despedidas de una amiga que se muda de país para estar cerca del hombre que ama. yo también imaginé un futuro así, aunque no prosperó (ya casi no recuerdo ese momento, pero sucedió). no puedo imaginar el vértigo que implicaría ...
Comentarios
No me vas a dejar de contar la historia ahora... en lo más interesante, ja.
Federico D. Ratuta
Beso Caro