Bueno, nada (o más bien la mayoría) de lo que dije en el post anterior sucedió finalmente. Ni la acompañé a B. al sanatorio, ni fui a la fiesta de N., ni vi al rugbier divino , pero sí se mantuvo todo en cero, en nada, as usual . Tuve semanas muy cilotímicas, muy extrañas, con dos velorios en un mismo fin de semana, notas decepcionantes, risas con amigas, y pasar de sentirme una cucaracha idiota a sentirme una wonder woman , man. Además volví a ilusionarme mucho con J.M. (es tan nerd, me encanta), ni hablar de las ganas de mandarle un mensaje ya mismo "Conseguí El maestro de música , la vemos juntos?", pero no, hay que abstenerse, no es bueno mostrar la desesperación tan pronto.