Volví de mi escapada de tres días y tengo que admitirlo: fui feliz (posta, 72 hs de completa felicidad). Aprendí a andar en bicicleta (finally), me duele todo, tengo varios moretones, mi garganta sufre las consecuencias de todo lo que grité (aaaaaaaaaaaaaaah, zanjaaaaaa, zanjaaaaa!!!) pero nada de eso perjudicó las risas, los abrazos, los te-quiero (sí, estoy un toque cursi maricona). La cabalgata, el queso mantecoso, las empanadas, brownies caseros. Muy rico todo. Mirta Legrand y basta, me voy.
te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte. quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...
Comentarios
yo creo que tendría que existir como una quinta de reclusión atea donde no haya contacto con el mundo exterior y somos todos felices tomando sol, leyendo, comiendo, sacando fotos.
es como un rito purificador.
gracias por lo del facebook! hoy tenemos 'tratame bien' para ver, después comentamos.
un beso grande!