Ir al contenido principal

La telenovela

El nuevo G. (sí, su nombre, al igual que el del ex también empieza con g, pero no es el mismo) volvió del viaje. Y hoy llegó una compañerita nueva: pelo corto, negro, rulos perfectos, ojos grandes, sonrisa dientes Colgate, flaca, estudia filosofía, 20 años ponele, y se quedó hablandó con él todo el receso. Yo me pregunto: por qué? Por qué siempre tengo que tener competencia? Por qué el mundo se empeña en bajarme la poca autoestima que tengo y refregarme en la cara que la ciudad está repleta de mujeres más lindas, más simpáticas, con mejor cutis que yo? Sí, a la salida se fue conmigo, pero nada, no signfica nada. Y yo sigo: por qué me tomo el subte como una pelotuda? Por qué? (AHHH, cómo me molesta esto de ser insegura, enamoradiza, idiota).

Comentarios

Lola ha dicho que…
Me meto en ese curso y te robo a tu competencia así no te molesta más.
Un beso C., suerte con tu telenovela personal. Siempre hay un momento en que parece un melodrama, a veces digo que tendría que escribir un libro de autoayuda para adolescentes inseguras y enamoradizas.
Lola ha dicho que…
E impulsivas.

Entradas populares de este blog

¿Que tiene que tener un poema para que te guste?

Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.

I

Esta canción me da unas ganas de llorar increíbles, hace tres días más o menos que la escucho sin parar y me emociona mucho cada vez. Pienso en mi vida que no va para ningún lado, o así lo siento. En que el otro día fui a cenar con unos conocidos -going-on- amigos y que hablando con uno de ellos me dijo que qué hacía perdiendo el tiempo en la carrera de mierda que curso. Pero no me enojé, porque es imposible enojarse con él, y porque yo también pienso un poco eso. No sé si es una carrera de mierda, pero tal vez para mí sí lo es, que no me veo vendiéndole a la gente cosas que (a mi entender) no necesita, que no es eso lo que quiero para mi vida, el verso ese del postgrado el master el doctorado el postdoctorado el postpostpostdoctorado y en fin. Que me angustio y no me dan ganas de nada. Que tengo todos los horarios corridos y duermo hasta las dos de la tarde casi todos los días. Que pienso que ahí, allá, afuera, no hay nada para mí. Que es todo un poco lo mismo, quedarse o salir. ...

clueless

te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte.       quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...