El nuevo G. (sí, su nombre, al igual que el del ex también empieza con g, pero no es el mismo) volvió del viaje. Y hoy llegó una compañerita nueva: pelo corto, negro, rulos perfectos, ojos grandes, sonrisa dientes Colgate, flaca, estudia filosofía, 20 años ponele, y se quedó hablandó con él todo el receso. Yo me pregunto: por qué? Por qué siempre tengo que tener competencia? Por qué el mundo se empeña en bajarme la poca autoestima que tengo y refregarme en la cara que la ciudad está repleta de mujeres más lindas, más simpáticas, con mejor cutis que yo? Sí, a la salida se fue conmigo, pero nada, no signfica nada. Y yo sigo: por qué me tomo el subte como una pelotuda? Por qué? (AHHH, cómo me molesta esto de ser insegura, enamoradiza, idiota).
Esta canción me da unas ganas de llorar increíbles, hace tres días más o menos que la escucho sin parar y me emociona mucho cada vez. Pienso en mi vida que no va para ningún lado, o así lo siento. En que el otro día fui a cenar con unos conocidos -going-on- amigos y que hablando con uno de ellos me dijo que qué hacía perdiendo el tiempo en la carrera de mierda que curso. Pero no me enojé, porque es imposible enojarse con él, y porque yo también pienso un poco eso. No sé si es una carrera de mierda, pero tal vez para mí sí lo es, que no me veo vendiéndole a la gente cosas que (a mi entender) no necesita, que no es eso lo que quiero para mi vida, el verso ese del postgrado el master el doctorado el postdoctorado el postpostpostdoctorado y en fin. Que me angustio y no me dan ganas de nada. Que tengo todos los horarios corridos y duermo hasta las dos de la tarde casi todos los días. Que pienso que ahí, allá, afuera, no hay nada para mí. Que es todo un poco lo mismo, quedarse o salir. ...
Comentarios
Un beso C., suerte con tu telenovela personal. Siempre hay un momento en que parece un melodrama, a veces digo que tendría que escribir un libro de autoayuda para adolescentes inseguras y enamoradizas.