Quiero llorar (y ya lloré hoy). Me siento sola. Hoy la acompañé a mamá al médico y resulta que el nódulo sí era maligno, así que van a tener que operarla de nuevo. Es extraño (o quizás no tanto) pero en el momento no me puse mal, o traté de no hacerlo, no sé, e intentaba animarla, sacarle el miedo, la desilusión, lo peor llegó después, cuando la dejé en una esquina y me subía al colectivo para ir a rendir el último examen de la beca. Ahí llegó la depresión, toda junta después de la anestesia inicial. Y me fue horrible en el examen, horrible, asqueroso, estaba ahí y no me salía nada. Todavía no puedo creerlo y me pongo llorosa de sólo escribirlo. Como siempre no encuentro a nadie cuando lo necesito. Siento que todo lo que me esforcé no sirvió, no sirve, nunca es suficiente, y lo peor es que sabía, pero no me salió y me merezco esa beca. Tengo una mezcla de sentimientos que van desde la bronca y el odio hasta la tristeza y la decepción. Hay días demasiado largos.
Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
Comentarios
la vida es demasiado corta para llorar dos veces en un día.