Te vi, estabas más alto (mucho más alto), el pelo rubio un poco más oscuro, tenías una remera negra y pantalones claros, ibas con un Golden Retriever (eso me lo dijo papá, yo no sé nada de razas caninas), antes no tenías perro, quedaban bien juntos, entraste a la heladería y lo ataste a un poste de luz, cuando volviste él te sonreía, y vos también sonreías al acariciarlo, se te veía bien, incluso lejos como estaba y todo, creo que todavía pude ver algo del chico que conocí, yo también sonreí, qué sera de vos después de todos estos años. Cómo es que el tiempo nos cambia tanto.
Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
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besos C.