te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte. quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...
Comentarios
C.: ¡Gracias por pasar! ¡Me decís Altayrac y me hacés acordar a la secundaria, justamente! La novela andá leyendola mechada, en todo caso. Si después te enganchás, el día de mañana te la mando en formato word. Y hay cierta posibilidad de que haga una autoedición en papel en un futuro no muy cercano.
Respecto a eso de «siempre estar solo», había algo al respecto que decía Huxley en «Las puertas de la percepción» que me gustaría citar... ¡Pero no tengo el libro a mano!
Saludos, enigmática «c».
Saludos.
Se ve que a estos niños también, porque siempre que lo ven en la pantalla, tratan de meterle un balazo entre ceja y ceja.
Bien, Carolina ya no es tan enigmática.
Y G. es un poco más informal que Altayrac.
Acá conseguí lo de «Las puertas de la percepción», de Aldous Huxley, donde dice algo sobre eso de «siempre estar solo».
Lo comparto contigo:
«Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros; pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos. Los mártires entran en el circo tomados de la mano, pero son crucificados aisladamente. Abrazados, los amantes tratan desesperadamente de fusionar sus aislados éxtasis en una sola autotrascendencia, pero es en vano. Por su misma naturaleza, cada espíritu con una encarnación está condenado a padecer y gozar en la soledad. Las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones, imaginaciones y fantasías son siempre cosas privadas y, salvo por medio de símbolos y de segunda mano, incomunicables. Podemos formar un fondo común de información sobre experiencias, pero no de las experiencias mismas. De la familia, de la nación, cada grupo humano es una sociedad de universos islas.»
Un beso, «c».arolina.
Y gracias por pasar.
saludos