Algo del otro que también sea mío. Para mí en el corazón somos todos parecidas/os, y decir en el corazón es como decir en el fondo, pero, en el fondo de la manera de sentir. Suelo decir que el corazón es la cárcel más común y esto significa que no sólo es el encierro sino el espacio compartido con otros. Cuando me encuentro con ese otro que me habla como desde mí, ahí me gusta lo que escribe, porque ahí me emociono. Yo me emociono con algo físico, soy pasional, no puedo emocionarme con una idea poética de una idea poética que sale de otra idea poética. Eso me aburre, es como oír una música obligadamente, no hay disfrute, me quiero ir de ese poema.
Comentarios
¡Y triste!
He conocido varias personas de esas que se desenamoran cuando el otro se vuelve «real».
Sobre mi blog, te juro que el pervertido a mí me alegró el día, que venía medio bajón. Estuve toda esa tarde riéndome solo cuando me acordaba de alguna parte del diálogo.
Mi respuesta ya está disponible, ... (no sé tu apellido). La redacté mientras vos leías sobre ese degenerado.
Saludos cordiales para Ud. también.
Y buenas noches. Me voy a dormir.
vi tu respuesta, gracias, calculo que si no es hoy, mañana te contesto sin falta.
un beso!
Ahora que veo la vida color de rosa... no, ahora también pienso que es la histeria (general) dibujada.
Es que hay cosas que nunca cambian.
A mí, creo al menos que no me pasa.
Me gusta la gente de carne y hueso, con sangre, piel y tendones. Y de cuerpo tibio.
No me vendan una de esas hadas que se tiran pedos con olor a orquídeas.
He dicho.
Un beso.