Que el amor no es suficiente fue lo que dijo, creo. O que no importa, o que es otra cosa. (...) Probablemente dé lo mismo, de eso se trata todo. Ahora ya ni siquiera sé. Qué deprimente. Si no fuera suficiente con el amor, ¿qué queda? Siempre pensé que -por lo menos en eso- se podía creer. Tanto libro, tanta película en los que todo se resuelve con amor, por amor. Donde el amor salva. Y acá, en el mundo real, en esto que reconozco como real, el amor no sólo no salva sino que ni siquiera es suficiente. (...) quién te saca del fango del desamor, de la ausencia de amor, o peor, de su inutilidad. Cierro la boca, permanezco callada, elijo el silencio y deambulo ahí, del otro lado de la ventana. Qué tristeza, qué aburrimiento. Romina Paula