Nada arregla nada, las cosas son como son. No te puedo decir que ya se te va a pasar, porque no sé si se te va a pasar. No te voy a decir lo que tenés que hacer, porque no lo sé. Nadie puede decirle a otro cómo hay que vivir. Lo que tenés que saber es que va a haber mucho dolor, mucho dolor mucho tiempo. (...) Ya que estamos te lo digo, aunque sé que ahora no me vas a dar bolilla: hay que seguir, Joaco, hay que seguir. Todo lo que nos pasa es mucho menos importante de lo que a uno le gusta creer. No hay una sola vida...hay una sola vida, pero dentro de esa vida, uno vive muchas vidas, todas diferentes, algunas mejores, otras peores, y ninguna tiene mucho sentido. Hay que seguir, pichón.
Cada cosa viva o muerta que el mundo rechaza se reúne: las raíces de los árboles secos que siguen profundamente agarradas a un suelo que ya no las retiene, el moho que al crecer parasita el tallo de la planta joven, el perro moribundo tirado al costado de la ruta, las ramas más jóvenes del ceibo que el temporal derriba, la serpiente de coral emboscada por la fiera, que se repliega sobre sí y permanece quieta como si fuera su propia cáscara vacía en el monte espeso. Para quienes fueron dañados, todo lo que llega después del daño es una gracia. Alguna vez vadearon la vida como si fuera un estanque lleno de alimañas, peligroso en la superficie y en el fondo, hecho para el lucimiento de los intactos y los fuertes. Los que no tienen nada que perder entienden la serenidad con que la materia cesa de resistirse al fin a ser vencida. No hay debilidad ni cobardía en ese dejarse ir que aún en medio del dolor crea puntadas de consuelo: quien fue lastimado una y otra vez sabe
Comentarios
un beso señorita.
pd: no hice ese curso. Esa lista la penso mi lado femenino de la poesia(?)
Abraz... jajajajaja...
Besos Caro, espero que andes bien!