hace mucho tiempo que no tenía un domingo tan domingo.
quizás es porque estoy en época de parciales, y hace dos días que no salgo de mi casa.
quizás es porque hoy empezó a hacer frío y la calle estaba silenciosa.
quizás es porque hace un mes que tengo veintiuno y no puedo creer el tiempo que pasó.
y todo el tiempo que pasa y pasa sin cesar.
quizás es por eso, y porque al fin llegó la temporada otoñal y ahora sí se siente.
la soledad del otoñoinvierno.
la soledad del otoñoinvierno.
hoy pensé en vos. me pregunté si te preguntarías por mí. si pensarías en mí a veces, de vez en cuando.
pensé en eso y en qué pensarías de mí en tal caso.
en cómo a veces se puede estar cerca aunque se esté lejos. y viceversa, cómo podemos estar sentados uno junto al otro y que aún así haya un oceáno de distancia en el medio.
pensé en cómo las cosas se pierden y a veces no se vuelven a encontrar.
aunque a veces se encuentra otra cosa, eso es cierto.
mientras me pongo una manta en los pies y espero que este invierno no sea tan frío, pienso en vos y en vos y en vos y en vos y en vos. y en todo ese dolor.
el mismo de siempre. por el que voy a terapia, me siento y hablo, pero nunca resuelvo nada (al menos no todavía).
pienso en los poemas de Vilariño, que siempre hablan mejor que yo, pero en uno en particular:
Escribo
pienso
leo
traduzco veinte páginas
escucho las noticias
escribo
escribo
leo.
Dónde estás
dónde estás.
Comentarios
Saludos.
La velocidad con la que pasa el tiempo es incontrolable. Cuando la leía me sentia identificado con todo, con los parciales, con el frio, con los 21 (tengo 22, pero le pegó en el palo), con el domingo infinito que dura casi toda la semana, etc.
Muy linda entrada!
Saludos!