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los tuyos

Has llorado, en secreto, a los tuyos.
Lenta, inexorablemente, los has visto partir
alejarse para siempre.
Has sentido, en tu corazón,
el desprendimiento de una rama que cae.
Y luego has borrado
las huellas de esas lágrimas,
has contenido, en el límite infranqueable,
los bordes de tu propio dolor
y lo has devuelto a tu pobre vida,
a los días siguientes, a las horas,
para que permanezca allí.
Oculto
como una invisible y constante
cicatriz.

Juan Manuel Inchauspe,
Trabajo nocturno

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Cada tanto -algo así como ocho, nueve meses- vuelvo a este blog. Sin excepción, todos los años. Será nostalgia, andá a saber... Para peor una nostalgia que ni es mía, o sí, no sé. Ni siquiera sé por qué recuerdo el nombre de memoria: sinyelmoysinarmadura así, de corrido. Hoy decidí escribir y ni siquiera sé bien qué escribir. Este calor me vulneró un toque capaz. Quizás es eso, quizás es que la noche me encontró tarado -todavía más-. No sé qué sea, me gustaba más cuando publicabas lo tuyo. Y vos dirás y a mí qué carajo me importa? Tenés razón. Te mando un beso, C.

F.

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