Has llorado, en secreto, a los tuyos.
Lenta, inexorablemente, los has visto partir
alejarse para siempre.
Has sentido, en tu corazón,
el desprendimiento de una rama que cae.
Y luego has borrado
las huellas de esas lágrimas,
has contenido, en el límite infranqueable,
los bordes de tu propio dolor
y lo has devuelto a tu pobre vida,
a los días siguientes, a las horas,
para que permanezca allí.
Oculto
como una invisible y constante
cicatriz.
alejarse para siempre.
Has sentido, en tu corazón,
el desprendimiento de una rama que cae.
Y luego has borrado
las huellas de esas lágrimas,
has contenido, en el límite infranqueable,
los bordes de tu propio dolor
y lo has devuelto a tu pobre vida,
a los días siguientes, a las horas,
para que permanezca allí.
Oculto
como una invisible y constante
cicatriz.
Juan Manuel Inchauspe,
Trabajo nocturno
Comentarios
F.