Hoy fue mi último día oficial de cursada. Si todo sale bien, el año que viene me encontrará como Licenciada, así, con todas las letras. No sé cómo explicar todo lo que sentí en estas semanas de final inminente. Diría que la vida me emociona -por más cursi que suene. Porque siempre pienso en el tiempo, que se va y no vuelve, pero todos estos días ese pensamiento fue aún más recurrente todavía. La vida pasa, y no deja de conmoverme.
Esta canción me da unas ganas de llorar increíbles, hace tres días más o menos que la escucho sin parar y me emociona mucho cada vez. Pienso en mi vida que no va para ningún lado, o así lo siento. En que el otro día fui a cenar con unos conocidos -going-on- amigos y que hablando con uno de ellos me dijo que qué hacía perdiendo el tiempo en la carrera de mierda que curso. Pero no me enojé, porque es imposible enojarse con él, y porque yo también pienso un poco eso. No sé si es una carrera de mierda, pero tal vez para mí sí lo es, que no me veo vendiéndole a la gente cosas que (a mi entender) no necesita, que no es eso lo que quiero para mi vida, el verso ese del postgrado el master el doctorado el postdoctorado el postpostpostdoctorado y en fin. Que me angustio y no me dan ganas de nada. Que tengo todos los horarios corridos y duermo hasta las dos de la tarde casi todos los días. Que pienso que ahí, allá, afuera, no hay nada para mí. Que es todo un poco lo mismo, quedarse o salir. ...
Comentarios
Odio los finales, pero bueno, siempre son necesarios para dar paso a algo nuevo.
Ahora tenés que cambiarle el título al blog: "Sin yelmo, sin armadura, pero con licenciatura" :p