Hoy fue mi último día oficial de cursada. Si todo sale bien, el año que viene me encontrará como Licenciada, así, con todas las letras. No sé cómo explicar todo lo que sentí en estas semanas de final inminente. Diría que la vida me emociona -por más cursi que suene. Porque siempre pienso en el tiempo, que se va y no vuelve, pero todos estos días ese pensamiento fue aún más recurrente todavía. La vida pasa, y no deja de conmoverme.
te acordás cuando escribías en un blog y volcabas todas tus fantasías y desilusiones de adolescente tardía? la vida entonces era una superficie tersa aunque la percibías rugosa, había menos preocupaciones pero su magnitud era enorme, por momentos registrabas que las cosas que te dolían eran insignificantes y eso te dolía aún más. no sé si la adolescente que eras se reconocería en la joven adulta tardía que sos hoy, si le daría cringe, si tendría cosas para reprocharte. quizás sí, yo miro con compasión a esa que fui, y espero que la compasión me acompañe más adelante. hoy fue uno de esos días en que una cosa llevo a la otra y terminé intentando recordar nombres de personas que en otro momento de mi vida estuvieron muy presentes, aunque no fueran cercanas, y eso me hizo desempolvar imágenes, rastrear trayectorias lejanas, atar cabos, hacerme preguntas: ¿todas las personas convivimos con el mismo grado de incertidumbre aunque las cosas en un cv (aka linkedin) pare...
Comentarios
Odio los finales, pero bueno, siempre son necesarios para dar paso a algo nuevo.
Ahora tenés que cambiarle el título al blog: "Sin yelmo, sin armadura, pero con licenciatura" :p